El libro se publica en papel y con licencia Creative Commons, organización no gubernamental sin ánimo de lucro que desarrolla planes para ayudar a reducir las barreras legales de la creatividad, por medio de nueva legislación y nuevas tecnologías. Fue fundada por Lawrence Lessig, profesor de derecho en la Universidad de Stanford y especialista en ciberderecho, que la presidió hasta marzo de 2008.
La gente que comprueba que el libro no es gratis es la que ha causado todo este revuelo. Desde mi punto de vista le han dado publicidad (más de la que tiene) innecesaria, ya que las criticas y comentarios han sido publicados en Internet y no en papel lo que sí beneficiaria a Enrique, el cual desea llegar a un publico más amplio. Enrique por supuesto se ha “defendido” por asi decirlo ya que no es culpable de nada.
El problema no es que Enrique tenga o no tenga razón sino que cuanto más lo explique menos convincente parecerá. Muchos ven incoherencias donde no las hay. No entienden que existen puntos de vista distintos.
Supongo que para su licencia debe aplicar lo que más le convenga como cualquier otro autor. El copyleft bien usado es un buen aliado para los autores.
Raro será que en el momento que uno haga algo como lo que ha hecho Enrique, no salten un montón de personas con un concepto distinto (o incluso sin ningún concepto) y que se sientan defraudadas o traicionadas, porque la idea de muchos es simplemente la de no pagar por nada y la sostenibilidad de los autores les importa muy poco. Escribir un libro tiene mucho curro y tiene todo el derecho a cobrar por ello aunque también defienda la distribución gratuita en otros ámbitos y claro está la gente tiene que ajustarse a esto si quiere leerlo.
No veo ningún contrasentido en que un defensor de la cultura y del software libre escriba un libro y cobre de los derechos de autor, y menos aún, si publica bajo licencia Creative Commons. En España se está usando el copyright incluso para obras cuyo único propósito es divulgativo y que han sido costeadas con nuestros impuestos.
Cada uno elige que hacer con su propio trabajo.